Los Beatles y yo. Música y de todo un poco.

viernes, 27 de noviembre de 2015

Duncan Dhu

La década de los ochenta resulta sorprendente por muchas cuestiones. Un ejemplo patente de lo que hablo es el grupo que traigo hoy. En un momento en el que la situación musical en el País vasco se encontraba bajo el punk, amén de muy politizada, es francamente singular que apareciera un grupo tan antitético como Duncan Dhu. Un trío tocando en acústico y bajo los esquemas del rockabilly; guitarra, contrabajo y caja. Muy básico todo. Y muy limpio. Y así suenan, sencillos, sin casi ningún aderezo.

Todo eso es lo que muestran en su primer disco de solo seis temas "Por Tierras Escocesas", con una canción que destaca por encima de todas y que les hace coger impulso ante el público: Casablanca. Ahora bien, si nos atenemos al estilo musical, poco tiene que ver con el nombre del grupo, el título del disco o la foto de portada, porque el único aspecto relativo a estas cuestiones que serían las gaitas no asoman hasta la tercera canción, precisamente la que da nombre al disco, y no vuelve aparecer nada similar. Pero bueno. Otra canción francamente interesante pero que pasa un poco inadvertida es Fin de Amor, un recuerdo total y absoluto a los clásicos rockeros de los cincuenta. En cualquier caso es un buen inicio para el grupo, con un esquema interesante, pero al que parece faltarle un hervor.

Cosa distinta es su segundo disco: "Canciones". Más completo, mejor acabado y con el que consiguieron romper en la escena musical poniendo su nombre muy alto. Continúan con su estilo propio basado en el rockabilly pero ya tienen hay algo distinto. Parece que han dado con la tecla para asaltar las listas de ventas. Siguen los textos de corte literario, algún que otro éxito prestado de los setentareminiscencias del cine  con influjo de los Pekenikes y unos cuantos éxitos bien conocidos por todos como Cien GaviotasNo Puedo Evitar (Pensar En Ti)Esos Ojos Negros... Un muy buen disco. Y su consagración como grupo. Después vendrían otros logros pero eso ya es otra historia.

domingo, 1 de noviembre de 2015

Hugo Montenegro

Con todo este revival por parte del cine norteamericano de llevar a la gran pantalla películas basadas en series de éxito de los sesenta y sesenta del tipo James Bond como Misión Imposible, Superagente 86, Los Vengadores, he descubierto una que no conocía: The Man from U.N.C.L.E., que en su día en España se denominó El Agente de CIPOL, y en su actualización al cine ha pasado a ser Operación U.N.C.L.E. No termino de entender esa mania en España de cambiar el título original. La película es entretenida, está bien ambientada, con buenos momentos de acción y algunos guiños a la produccción televisiva de los sesenta.

En fin, que viendo la película me llamó la atención la banda sonora musical que se despliega a lo largo de todo el film, en la que se realiza un repaso indirecto a aquellas bandas sonoras de grandes del cine de espías y detectives como la saga 007, La Pantera Rosa... Y el culpable es en gran medida el compositor Daniel Pemberton que nos traslada con bastante acierto a aquellas de los sesenta.
Pero no solo él. Indagando resulta que aparecen algunos nombres de interés como Roberta Flack, Nina SimoneLouis Prima, y... Hugo Montenegro, personaje que muchos desconocen en España, y que puso la música utilizada en la serie original y que también aparece aquí, aunque sufre una revisitación por parte de Pemberton.

Montenegro fue director de orquesta, compositor y arreglista que trabajó sobre todo para el cine y la televisión, al estilo de otro gran músico del que ya hablamos aquí, Henry Mancini. Curiosamente uno de sus grandes éxitos fue la versión que hizo de "El Bueno, el Feo y el Malo", original de Ennio Morricone. Es uno de los representantes del easy listening al que confería su toque distintivo con el uso de instrumentos eléctricos y un coro. Pero si por algo debe ser recordado es por ser uno de los grandes impulsores del sintetizador Moog, utilizado en muchas de sus composiciones, convirtiéndose en uno de los precursores de la música electrónica. Curiosamente, pese a este hecho, su nombre ha caido en el olvido (si es que para algunos alguna vez tuvo interés). En el disco que puedes ver a la derecha se aprecia el estilo que desarrolló tanto del uso del sintetizador en Moog Power como de ese sonido más asequible en More Today Than Yesterday.

Habrá quien recuerde el sintetizador Moog porque puede escucharse en discos de los Rolling Stones, de los Doors o de los Byrds, pero sobre todo porque aparece en Abbey Road de los Beatles. Pero hay otro dato curioso con respecto a la película; y es que Daniel Pemberton, en su afán por atrapar ese sonido tan sesentero, no se le ocurrió otra cosa que grabar la banda sonora en el Estudio Dos de Abbey Road y así aprovechar los elementos técnicos que el propio estudio le brindaba. Con un par.
Como seguro que hay alguno que no recuerda como suena un moog tal cual recordar este éxito.

Rematando. Para los que le gusten este tipo de películas es muy divertida y la música es perfecta. Así que venga, a disfrutarla. Y un recuerdo para el señor Montenegro.