En 1977 se editó el, hasta ahora, único disco oficial en directo de los Beatles: The Beatles at the Hollywood
Bowl. Es llamativo que si el disco salió al público fuese por parar las cintas piratas que estaban apareciendo en los setenta. Escucharlo es destrozarte los oídos pero es como volver a los sesenta, como si te sentases en medio del público y estuvieses rodeado de miles de fans con unas gargantas francamente potentes, diecisiete mil para ser exactos. Supongo que al día siguiente todas esas chicas estarían literalmente sin voz. El disco se compone de parte de las grabaciones que se realizaron en los conciertos de agosto de 1964 y 1965 en Los Ángeles cuando la beatlemania se encontraba en lo más alto. Efectivamente el sonido no es lo mejor de la grabación, creo que lo realmente increíble es la energía que emana, cosa que ya lo dice George Martin en la contraportada de la carátula. Lo interesante es preguntarse que se podría hacer con esas grabaciones hoy día, teniendo en cuenta que la tecnología ha avanzado tanto. Y es raro que dicho disco que incluso llegó al número uno en Gran Bretaña no se haya remasterizado todavía cuando, sin embargo, a otros discos se les ha dado ya tres vueltas, y alguna más. Ahora que este agosto cumple los cuarenta y ocho años de su grabación creo que pueden ir pensándoselo las mentes de EMI para presentarlo cuando haga los cincuenta, o lo mismo lo hacen a la vez que el famoso concierto de la azotea (guiño para los beatlemanos).
Obviamente este es otro de esos regalos que un día te encuentras inesperadamente en casa. Es increíble la de veces que habré puesto este disco, ya tiene unos cuantos kilómetros, y de hecho la carátula fue reparada en su momento por algún sitio porque si no el disco salía disparado al suelo. Hay que reconocer que la grabación no te deja indiferente, es cuando te das cuenta lo que debía ser encontrarse en medio de todo aquello, y cómo debía ser para el grupo tratar de dar un concierto en semejantes condiciones auditivas. Toda una proeza, y si no vean en este vídeo: She's a woman. Sí, las imágenes son del Hollywood Bowl y sí, el audio es el del concierto; pero no concuerdan. Así es la vida.
Leyendo la contraportada me hace gracia la parte en la que el productor de oro, George Martin, menciona una conversación con su hija Lucy de nueve años:
-¿Tú grababas con ellos, no papá?¿fueron más grandes que los Bay City Rollers?
A lo que el padre contestó: -Probablemente no. Y añadió para los comentarios del disco: Algún día lo descubrirá realmente.
Bay City Rollers fue un grupo de pop marchoso y pegadizo de éxito en los setenta, muy popular entre las adolescentes pero de los que solo se acuerdan en Inglaterra y algo en EEUU. Además se presentaban en las actuaciones con unos estilismos muy del gusto de la época, con unos pantalones francamente discretos. Yo ya he reservado un par de ellos por internet (aunque me ha costado encontrarlos). Por otro lado, que más quisieran estos pobres haber tenido el éxito y la repercusión de los Beatles. Aunque tampoco se les dio tan mal.
Por la foto interior, siempre me parecio un concierto muy desangelado: veo mucha distancia entre el grupoo y el publico; ademas de que me parece excesivo el scenario para la epoca. Cuanod lo escuchas, impresiona la potencia del griterio y la profesionalidad de los cuatro chicos. Anecdotas: el lapsus de Lennon en la letra de Help (no es la unica vez que le paso) y la de annos que tarde en entender lo que decia Lennon cuando yo escuchaba : "Kri hi me? Alguien, no recuerdo quien, me dijo que lo que decia era: "Can you hear me?" Yo desde luego, no lo escuchaba bien.
ResponderEliminarYo también escuchaba ese Kri hi me?, supongo que serían cosas del acento liverpooliano o un oido bastante duro por mi parte.
EliminarCuriosamente, como ya conté, conocí "She's a woman" en este disco. Y sí: es inaudible, pero tenía una magia que luego resultó que no encontré en el original.
ResponderEliminarEsto es magia y no lo de Juan Tamarit
EliminarEscuchar este vinilo creo que es la mejor forma de entender el fenómeno de la época. Toda una curiosidad sociológica. Con respecto a las posibilidades de remasterización; no se, no entiendo mucho de ingeniería de sonido pero quizás debido a que al tener un único canal de grabación en directo ahora sería poco viable separar el griterío del sonido de la banda.
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