Los Beatles y yo. Música y de todo un poco.

viernes, 1 de abril de 2016

Bruce Springsteen

"He visto el futuro del rock y su nombre es Bruce Springsteen", Jon Landau, 1974.

Así se expresó en su momento el crítico musical y posterior co-productor del Boss. Y desde mi punto de vista no se equivocó. Siempre que hablo de Bruce Springsteen lo hago desde la admiración. Me parece un tipo honesto. Creo que ya lo he dicho en alguna ocasión. Es honesto como persona, como músico, como artista en general. Y lo viene demostrando desde hace más de cuarenta años. Todo esto lo digo porque es fácil terminar por caer en la autocomplacencia, pero él no. Ha cantado a aquello en lo que creía, por lo y los que entendía que había que luchar, llevando al rock esa idea del cantautor folk revolucionario, pero sin olvidar que el rock es también espectáculo.

El primer disco con el que conocí a Bruce Springsteen fue Born in the USA. Sí, no voy a decir que sigo al jefe desde mis inicios musicales, como lo hacía con los Beatles. Sería mentir. Pertenezco a aquella segunda hornada de seguidores springsteenianos que apareció en su relanzamiento de los ochenta. En aquel momento Dancing un the dark, incluida en el disco al que me refiero sonaba bastante. Es verdad que esa es una canción muy interesante pero cuando compré el disco descubrí "otras" canciones que esa que no paraban de radiar.
Musicalmente me enganchó desde el primer momento por ese rock primigenio. Y cuando fui explorando las letras encontré otra perspectiva del Boss. Frente a melodías francamente rockeras se encontraban letras que enganchan con la clase trabajadora americana, la de los sueños rotos, de una juventud parada... Y todo ello en muchos casos era extrapolable a los problemas de cualquier otro país. Es verdad que en la canción que da título al disco habla de esa generación perdida enviada a Vietnam, de la que muchos volvieron en bolsas negras, y los que regresaron con vida fue para encontrarse con el desprecio de los suyos por una guerra que supuestamente no supieron ganar. Y sobre todo, ese mal entendido patrioterismo de Springsteen que pueda creer verse en su portada y que queda completamente alejada de la realidad.
Pero aunque sus letras puedan ser por momentos críticas, tristes incluso, deja entrever un atisbo de esperanza. No en vano este disco supone una apertura a la comercialidad que nunca antes se había permitido Springsteeen. Y más si tenemos en cuenta que su anterior disco, Nebraska, se caracterizó por su sonido austero y letras desoladoras. Pero aquí no. En Born in the USA hay algo distinto, había rock combativo pero meneando las caderas sin pudor. Parece decir: sí, estamos jodidos pero tenemos que hacer por seguir adelante.

Pero hablar de este disco y del Boss sin nombrar a la E Street Band es un pecado, porque también sus componentes son parte del sonido y del éxito de este disco, un importantísimo respaldo del que Springsteen supo sacar todo el partido. Y así tenemos un álbum sin desperdicio: Cover me, Working on the Highway, I'm on Fire, No Surrender (gracias Little Steven por forzar su inclusión), Glory Days, Bobby JeanMy Hometown... vamos, que como decía la niña del anuncio: todo todo todo. Tiempo después descubrí sus directos con Live 75-85 y todo encajó. Y así vi el futuro del rock & roll y tenía un nombre.

2 comentarios:

  1. De acuerdo con tus apreciaciones sobre este disco, ya bastante obligado a complacer a una audiencia mucho más heterogénea, pero me quedo con el Born to run y The River. Grande el Boss.

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    1. De hecho Born to run es el preferido de la inmensa mayoria de los seguidores del jefe, y The River me parece francamente impresionante. En cualquier caso buen gusto por tu parte.

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