Para muchos el nombre de Billy Paul no les dirá absolutamente nada. Si decimos que es el intérprete de Me and Mrs. Jones ya decimos eso de ¡Ah sí, ese cantante! Pero este gran hombre es mucho más que eso. Siendo niño ya empezó a destacar como cantante a finales de los años cuarenta (ahí es nada) junto a figuras de gran renombre dentro del jazz como Charlie Parker, Nina Simone, Miles Davis, y más tarde un efímero paso por los Blue Notes de Harold Melvine. En cualquier caso, pese a ser una figura reconocida dentro del circuito musical, tendrá que esperar hasta principios de los setenta para que se unan los astros con el dúo de compositores Gamble & Huff (que parecen una marca de champú, dicho sea con todo el respeto), el sonido Philadelphia y, como no, la señora Jones.
En 1972 Gamble & Huff, creadores de Philadelphia International Records se sacan de la manga un estupendo tema al que no acaban de encontrar intérprete, hasta que se cruza nuestro protagonista de hoy. La especial voz de Billy Paul junto a la buena labor del dúo compositor conseguirán que Me and Mrs. Jones llegue al número uno de las listas americanas y sea un éxito en Europa. Pero el lp que recoge este tema no se queda en eso. 360 grados de Billy Paul tiene más buenos temas, buenas versiones y compositores de fama. Las versiones son casi irreconocibles si no es por la letra pero suenan francamente bien. Ahí tenemos el Let's Stay Together de Al Green hecha balada y que dobla su duración, Your Song de Elton John y Bernie Taupin a la que casi convierte en un gospel, y It's Too Late de Carole King, más reconocible pero más recargada en sus arreglos. En cualquier caso el funky-soul aparece por tadas partes del lp y curiosamente en la que, quizás, menos se muestra es precisamente en la afamada Me and Mrs. Jones. Pero ahí está también una de mis favoritas del disco y referente del Philly Sound Am I Black Enough For You, canción que le dio ciertos problemas por hacer un alegato directo del black power, muy en boga en ese momento
En cualquier caso el título está muy bien puesto, y resume los diversos aspectos que recoge el disco; desde el amor terrenal al religioso, cuestiones reivindicativas ya mencionadas, y a un músico que partiendo del jazz gira al funky y el soul sin ningún tipo de problemas y con total elegancia.
Para rematar el asunto, y como no podía ser de otra manera, Billy Paul era un gran fan de los Beatles. Un fan reconvertido todo hay que decirlo porque inicialmente con I Wanna Hold Your Hand él mismo pensó que los británicos serían flor de un día. Cuando escuchó su siguiente disco se dio cuenta del error. Y más al percatarse de cómo habían dado una vuelta de tuerca a la propia música americana y redescubriendo sus raíces a los propios yanquis. Qué curioso. Además para Billy Paul, John Lennon, fue uno de los más grandes escritores del mundo. Ahí es nada. En 1976 realizó una estupenda versión, por supuesto soulera, del Let Em In de Paul McCartney. Y me encanta.
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