En poco más de un mes se cumple el aniversario de la visita de los Beatles a España. Corría el mes de julio de 1965 cuando vinieron a dar dos conciertos, uno en Madrid y al día siguiente en Barcelona. Debió ser emocionante para el que pudo vivirlo. Yo puedo decir que no estuve allí, para mi desgracia.
Casi por la misma fecha (mes antes, mes después) y salvando el salto en el tiempo, el día 30 de mayo, se cumple el sexto aniversario del último concierto que Paul McCartney dio en España dentro de su gira Summer Tour 2004. Y ahí sí estuve yo. ¡Qué gran día y qué gran noche!
Todo empezó unos días después de que se anunciase la llegada de Paul a España y su consiguiente salida a venta de las entradas para los dos conciertos que iba a dar, primero en Gijón y luego en Madrid. La verdad es que me apetecía mucho ir pero no soy una persona muy dada ni a los conciertos ni a las aglomeraciones. Y ahí estaba yo con mis eternas dudas cuando mi esposa (santa donde las haya) me sorprendió con dos buenas entradas para el concierto. Podrás imaginar mi cara de nabo.
El caso es que el concierto era en domingo y al día siguiente era festivo en Castilla la Mancha, con lo cual nos podíamos relajar perfectamente todo el fin de semana. Primer punto a favor.
El domingo en cuestión nos fuimos a la capital a primera hora para aprovecharlo al máximo. Después de dejar bien aparcado el coche al ladito del Estadio de la Peineta, cogimos el metro y nos fuimos al rastro, uno de mis lugares preferidos de Madrid. Para rizar el rizo encontré un disquito en vinilo de los Beatles que no tenía y que me salió a buen precio. Después de comer y tras dar una vuelta por el centro, volvimos a tomar el metro con destino a nuestra cita con Pablito. Ya allí nos encontramos con gente de todo tipo, de todas las edades, señores con barba, incluso familias enteras par ver al ex-beatle. Increíble.
Del concierto no voy a hablar mucho, para qué. Te lo puedes imaginar. Tener a un beatle delante de un beatlemaniaco. No digo más.
Una cosa que si me sorprendió fue verle tocar este tema que te dejo aquí.
In spite of all the danger Auténtica historia de la música.
Así que solo puedo decir: ¡Qué noche la de aquel día! o simplemente ¡Qué día!
Gracias Paul, y sobre todo, gracias Lola, ya que tú lo hiciste posible.
Aparte del periódico que ves a la derecha, así lo recogieron otros diarios como ABC y El Mundo
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