Cuando se habla de las grandes diferencias sonoras que existen entre cualquier formato actual basado en las nuevas tecnologías y otros anteriores correspondientes a la época analógica
ya no suelo entrar a discutir cual es mejor o peor, ni sus ventajas o desventajas, ni nada por el estilo. Entiendo que los grandes avances tecnológicos han hecho que la calidad en el sonido o el vídeo hayan mejorado de forma sustancial, también he de decir que si la música es buena lo demás da un poco igual. Pero hay algo que nadie puede negar, sobre todo los grandes consumidores de música y coleccionistas en general, y es que cuando el envoltorio que acompaña a esa música es atractivo nos hace mirar el producto con otros ojitos. Para el coleccionista encontrar discos con un buen acabado, con una buena presentación, bien aderezados en general, te llevan al menos a no plantearte tanto si gastar tu dinero en él o no, y eso que generalmente este tipo de productos suelen ser caros. Ésta puede ser uno de las pequeñas soluciones a la crisis de la música aunque tampoco creo estar descubriendo nada nuevo. Lo que quiero decir es que si paralelo a la crisis generalizada que existe hoy día nos encontramos con que el sector sufre una crisis de
ventas y de
creación musical (sobre todo para algunos), al menos, podrían pensar en hacer el producto mas atractivo para el consumidor, en quebrarse la cabeza para que yo diga ¡córcholis, qué interesante! y me piense el comprarlo. Pero si lo único que quieren las discográficas, y muchos autores, es poner un disco en el mercado con la menor inversión posible y sin poner ni la más mínima gracia en él, creo que entenderán estos señores que muchas personas pasen de comprar nada. Y si encima nos encontramos con trabajos discográficos en el que valen dos o tres canciones y el resto puff, pues que quieres que te diga (creo que ésto ya lo he dicho otras veces).
Bueno, todo ésto que acabo de indicar sirve para presentar uno de los discos de mi colección. Un gran producto, atractivo e interesante:
Let it be... naked. Como ya sabes
Let it be supuso el disco de despedida de The Beatles en 1970 pero antes de ser editado pasó por las manos del productor Phil Spector quién dotó a algunas de las canciones de su famoso muro de sonido. La cuestión es que la idea original para este disco era la vuelta a los orígenes del grupo, del rock sin mas, sin sobreproducciones, con sencillez. Pero ya conocemos a Spector. Paul McCartney, a quién nunca gustó el resultado final, estuvo mucho tiempo detrás de reeditar el disco tal y como querían en el inicio. En 2003 salió a la venta su revisión llamada
Let it be... naked. No solo encontramos cambios en el sonido, también aparecen y desaparecen alguna que otra canción, pero lo interesante es comprar la edición en vinilo porque es aquí donde encontramos algunas de las cosas mas llamativas: su envoltorio y sus complementos; carátula de portada doble, libreto de 10 páginas del tamaño del LP con muchos textos y fotos y un single de 7".
Entiendo que sacar una joya musical (aunque en este caso sea una reedición) como Let it be al mercado es difícil para muchos artistas pero al menos pónganle un bonito vestido al estilo de este disco. O como decían Faemino y Cansado: "Al menos empánelo oiga".
Aquí puedes apreciar una de las canciones "desnuda":
The long and winding road
Hasta en nuestro gusto humorístico coincidimos: adoro a Faemino y Cansado.
ResponderEliminar