Los Beatles y yo. Música y de todo un poco.

viernes, 30 de agosto de 2013

Larry Parnes

Antes de saltar a la fama, en 1960, los Beatles fueron contratados por Larry Parnes para acompañar a Johnny Gentle en una gira por Escocia. En el documental Beatles Anthology, Paul McCartney recordaba este hecho, así como los cantantes que habían llegado al estrellato en los cincuenta y en esos primeros sesenta cuando ellos mismos trataban de hacerse un hueco en el panorama musical de la época. Curiosamente los nombres de estos chicos eran impuestos por la misma persona, el mismo Larry Parnes.

Este mánager comenzó con Tommy Steele en el año 1956. Steele (Thomas Hicks) ya llevaba tiempo actuando pero es con Parnes cuando despunta como vocalista al estilo de Elvis. Y similar a Steele, va adoptando a todos los cantantes que le parecen adecuados para ganarse a los adolescentes británicos, a prácticamente todos les cambia su nombre original por otro de guerra y todos con apodos o apellidos, cuando menos, sorprendentes. McCartney bromeaba en la Antología sobre los nombres que les endosaba:
           -Vince Eager (entusiasta o complaciente)
           -Dickie Pride (orgulloso, arrogante)
           -Johnny Gentle (tierno, dulce)
           -Billy Fury  (furor)
           -Georgie Fame (fama)
Y hubo alguno más. A casi todos sus discípulos les cambió el nombre. La verdad es que era una práctica muy extendida en los sesenta, y comprensible en aquellos casos en que dichos nombres eran raros, difíciles de pronunciar o directamente feos. Aunque luego aparecieron otros artistas con nombres llamativos como Engelbert Humperdink, también impuesto o recomendado por su manager Gordon Mills. Pero de este señor no os voy a poner enlace porque su canción Release me no permitió que el sencillo de los Beatles Penny
Lane/Strawberry fields forever llegase al número uno ¡Por Dios si es un doble cara A!
En cualquier caso, y volviendo al tema, nuestro amigo Larry Parnes fue un tipo curioso y también avispado, ya que el solito manejó casi a su antojo la escena musical del momento.
Para terminar os dejo de nuevo con Guille Furia y una foto de un servidor, alias Fer Nifty, en el Albert Dock de Liverpool de donde nuestro amigo era originario. Como los Fab Four.
Aclaro que Fer Nifty todavía no ha sacado ningún sencillo de éxito.

domingo, 25 de agosto de 2013

The Beatles at the Hollywood Bowl


En 1977 se editó el, hasta ahora, único disco oficial en directo de los Beatles: The Beatles at the Hollywood
Bowl. Es llamativo que si el disco salió al público fuese por parar las cintas piratas que estaban apareciendo en los setenta. Escucharlo es destrozarte los oídos pero es como volver a los sesenta, como si te sentases en medio del público y estuvieses rodeado de miles de fans con unas gargantas francamente potentes, diecisiete mil para ser exactos. Supongo que al día siguiente todas esas chicas estarían literalmente sin voz. El disco se compone de parte de las grabaciones que se realizaron en los conciertos de agosto de 1964 y 1965 en Los Ángeles cuando la beatlemania se encontraba en lo más alto. Efectivamente el sonido no es lo mejor de la grabación, creo que lo realmente increíble es la energía que emana, cosa que ya lo dice George Martin en la contraportada de la carátula. Lo interesante es preguntarse que se podría hacer con esas grabaciones hoy día, teniendo en cuenta que la tecnología ha avanzado tanto. Y es raro que dicho disco que incluso llegó al número uno en Gran Bretaña no se haya remasterizado todavía cuando, sin embargo, a otros discos se les ha dado ya tres vueltas, y alguna más. Ahora que este agosto cumple los cuarenta y ocho años de su grabación creo que pueden ir pensándoselo las mentes de EMI para presentarlo cuando haga los cincuenta, o lo mismo lo hacen a la vez que el famoso concierto de la azotea (guiño para los beatlemanos).

Obviamente este es otro de esos regalos que un día te encuentras inesperadamente en casa. Es increíble la de veces que habré puesto este disco, ya tiene unos cuantos kilómetros, y de hecho la carátula fue reparada en su momento por algún sitio porque si no el disco salía disparado al suelo. Hay que reconocer que la grabación no te deja indiferente, es cuando te das cuenta lo que debía ser encontrarse en medio de todo aquello, y cómo debía ser para el grupo tratar de dar un concierto en semejantes condiciones auditivas. Toda una proeza, y si no vean en este vídeo: She's a woman. Sí, las imágenes son del Hollywood Bowl y sí, el audio es el del concierto; pero no concuerdan. Así es la vida.
Leyendo la contraportada me hace gracia la parte en la que el productor de oro, George Martin, menciona una conversación con su hija Lucy de nueve años:
-¿Tú grababas con ellos, no papá?¿fueron más grandes que los Bay City Rollers?
A lo que el padre contestó: -Probablemente no. Y añadió para los comentarios del disco: Algún día lo descubrirá realmente.
Bay City Rollers fue un grupo de pop marchoso y pegadizo de éxito en los setenta, muy popular entre las adolescentes pero de los que solo se acuerdan en Inglaterra y algo en EEUU. Además se presentaban en las actuaciones con unos estilismos muy del gusto de la época, con unos pantalones francamente discretos. Yo ya he reservado un par de ellos por internet (aunque me ha costado encontrarlos). Por otro lado, que más quisieran estos pobres haber tenido el éxito y la repercusión de los Beatles. Aunque tampoco se les dio tan mal.

jueves, 22 de agosto de 2013

¡Ya estamos aquí!

Hola hola ¿qué tal?¿cómo va el verano? Espero que bien para todos. Instalados en esa rutina estival y todas esas cosas que se dicen a estas alturas de mes ¿no? Pues bien, ya estamos de vuelta, con las pilas cargadas y todavía nos quedan unos días que debemos estirar al máximo. Hoy traigo a un irreductible (como aquellos galos) músico que tratará de hacer que estos calores sean, al menos, más agradables.

En 1979 Paul McCartney y los Wings sacan el sencillo Goodnight Tonight que fue un gran éxito a lo largo de ese año, sobre todo en el verano en España ya que fue usado como sintonía de la Vuelta Ciclista.
Macca y sus amigos aprovechan el tirón de la música disco del momento y se marcan este tema pegadizo con guitarra española incluida. Creo que todos hemos movido los pies al ritmo de esta canción que originalmente tenía siete minutos de duración, lo que la hacía un poquito pesada, aunque para el sencillo afortunadamente se acortó a algo más de cuatro minutos.

Así que bueno, mientras vamos atravesando el verano fiestero canicular, le decimos adiós a la noche pero sin parar de bailotear con Goodnight Tonight