Hoy voy a contar una historia personal. Personal pero similar a la de muchos otr@s españolit@s. Siempre he sido una persona bastante reservada, nunca he querido ni me ha gustado que ciertos aspectos de mi vida fuesen conocidos sino es únicamente por mi círculo mas cercano. Como cantaba Alaska: "A quien le importa lo que yo haga". En definitiva, no soy de dar tres cuartos al pregonero.
La finalidad básica de este blog siempre ha sido la de desarrollar un mundo paralelo, "mi" mundo, desde donde poder perderme en cosas a otros ojos vanas pero importantes para mi desarrollo emocional y mi gusto musical. Pero he llegado a un punto en el que me es difícil sustraerme del mundo que me rodea. Este mundo tan real y tan imperfecto que me/nos envuelve y acorrala. Llevo desde abril del 2012 en el paro. Sí, como casi seis millones de españoles. Efectivamente, las cosas no están bien, pero para unos peor que para otros. Yo de momento me mantengo en pie (gracias a Dios o a quién sea). Pero muchos otros no. Y si ves las noticias es alarmante ver cómo está el patio.
Durante los últimos quince años he tenido la suerte de trabajar y de hacerlo en el mismo sitio. Doy las gracias a esa empresa por esos quince años. Y ya. Durante los últimos dos dentro de ella mi vida ha ido de sobresalto en sobresalto y todo gracias a parte de sus miembros. He de decir que nuestro trabajo estaba bastante cercano al de la construcción y se resintió cuando ésta comenzó a desmoronarse pero había un aspecto que hacía que siguiésemos a flote, la exportación. Se vendía mucho al extranjero y si en España la venta bajó, este hecho, hizo que las cosas fuesen mas llevaderas.
Pero sobrevino el peligro. Estábamos en una empresa familiar. Ya conoces el dicho al respecto: los padres lo levantan, los hijos lo mantienen y los nietos se lo cargan. Y así fue. Comenzaron los problemas entre los miembros de la familia, las peleas, el quítate tú que me pongo yo, etc. Se agravan las cosas con la puta crisis pero nos mantenemos. Continuamos con los recortes, primero las horas extras. Lógico pensamos unos, no tanto para algunos otros de mis "compañeros" que prefieren que vayan a la calle el personal que no está indefinido porque, como me dicen cuando les afeo la conducta", que cada palo aguante su vela". Y así, desgraciadamente, unos cuantos van al paro.
De esta manera pasamos otro año de "supuesta" normalidad pero el ambiente está cada vez mas enrarecido. Nombramos un comité de empresa que trate de velar por nuestros intereses. Aunque no lo creas los sindicatos habían estado desaparecidos porque esta era una empresa pequeña que no importaba demasiado. Pero según se va tensando la cuerda por la situación, dicho comité, cada vez mira más por sí mismo que por el interés general. Tampoco muchos de los trabajadores hacen por mejorar la situación. Todo está cada vez peor.
Pasamos meses que no sabemos si vamos a cobrar aunque al final siempre cobramos y la cosa se va alargando hasta que en marzo del año pasado nos plantean un ERE al 50% de la plantilla. Se podían haber buscado otras posibilidades, desde un ERE temporal hasta movilizaciones de los trabajadores, pero los de arriba quieren cerrar la empresa (o eso dicen) y el comité va a su bola. De esta manera casi cincuenta personas vamos a la calle. Entre todos la mataron y ella sola se murió.
No me voy alargar más. Tuvimos que interponer una demanda para que nos dieran lo que nos correspondía, y casi un año mas tarde ha salido la resolución en la que nos quedamos tal cual, lo comido por lo servido.
Llevo todo este tiempo buscando trabajo, he conseguido ir a un par de entrevistas (increíble ¿verdad?) y ya desde el primer momento me han dicho que soy mayor para ciertos puestos, además de que ya hasta en el Polo Norte deben tener mi currículo pero nadie contesta. ¡Vaya futuro! Añádele que tratas de apuntarte a cursos para reciclarte y apenas hay, y donde encuentras algo hay listas de espera.
Lo triste es que las noticias no son alentadoras, y si encima no ves otra cosa que corruptelas constantes por parte de los políticos, unos sindicatos que realizan EREs amparados por leyes que según ellos son vergonzosas, bancos que primero nos vendieron las hipotecas para amarrarnos a cualquier precio y ahora nos quitan las casas, especuladores y gentes de mal vivir, etc, etc, etc
En fin, no desespero. Dice una señora muy sabia, mi madre, que no hay mal que cien años dure y ni cuerpo que lo resista (momento cómico). Durante estos años, en esta familia, hemos tenido los suficientes dedos de frente para vivir acorde a nuestro sueldo y ahorrar para por si acaso venían malos tiempos. Pues ya están aquiií, como decían en Poltergeist. Pero como digo no desespero. Todo volverá a mejorar aunque ya no será lo que tuvimos y vivimos. La cuestión que me pregunto es: ¿habremos aprendido algo de toda esta coyuntura?
Gracias por haber llegado hasta aquí en la lectura, sólo deseaba realizar un descargo de conciencia. Espero que mañana "mi" mundo vuelva a ser diferente.
Creo que es ocioso para los que compartís blogs conmigo que diga que yo, fer, soy de la opinión y de la "praxis" contraria. A mí me parece que contar las cosas de uno es sanísimo. Todo tiene límites, por supuesto, pero lo que haces en esta entrada me parece de un valor que admiro y agradezco.
ResponderEliminarEn cuanto al asunto concreto (y delicadísimo) que expones, creo que desde fuera no se puede decir gran cosa. Sólo desear con todas las energías del mundo que aprendamos, efectivamente, algo de todo esto y que encontramos la manera de ser solidarios de verdad, hasta el fondo. Un fuerte abrazo.
Gracias por tu comentario. Sólo quería volcar un poco lo que tenía en el coco desde hace un tiempo y aunque no sé si he sabido explicar lo que quería, sí veo, que has pillado un aspecto importante del asunto: la falta de solidaridad y ética que asola nuestro país. De nuevo gracias por tus palabras.
EliminarUn fuerte abrazo desde Extremadura. Y ánimos, muchos ánimos. Saldremos de esta. Más pronto que tarde.
ResponderEliminarCoincido con Swann: te honra esta entrada. Yo no lo habría hecho, porque también,como tú, soy muy reservado.
Gracias por los ánimos. Me consta que vienen de personas que tienen la suficiente sensibilidad como para apreciar lo realizado. Un abrazo.
EliminarCoincido con Swann que desde fuera no se puede decir mucho salvo la energía que te trasmite junto con PPK. Son tiempos difíciles en los que hemos encontrado este no-lugar de encuentro de nuestras aficiones, nuestros mundos, nuestras pedradas...suficientes para leer entre líneas mucho del cómo somos. Incluso siendo reservados. Tengo la hipótesis de que en el naufragio va a sobrevivir, por lo menos, el que merece sobrevivir. Tu te lo mereces.
ResponderEliminarQue más os puedo decir. Simplemente gracias. Sé que de la historia que cuento no se puede decir mucho o añadir más de lo ya expuesto pero hay veces que si no sueltas lo que te ronda por la cabeza parece como si no pasases página. En fin, bellas palabras que me llegan muy profundamente. Me parece increíble que unas personas a las que apenas conozco sino es por nuestra beatlemania y afición por la música me transmitan unas sensaciones tan positivas y auténticas. De todo corazón, Gracias.
EliminarImpresionante Fer. He llegado hasta aquí por tu comentario en mi blog. Qué decirte ya que tú no sepas. La cosa está como está.
ResponderEliminarTe transmito también muchos ánimos, y también soy de la opinión de que de esta... saldremos.
Un fuerte abrazo.