Los Beatles y yo. Música y de todo un poco.

miércoles, 26 de junio de 2013

Julian Lennon


Hasta ahora no había hablado de ningún personaje cercano a los Beatles que no fuesen los estrictamente musicales y siempre había sido de pasada. Aunque todos han influido de una u otra manera en ellos no he creído que fuesen realmente relevantes. No lo he hecho de momento, porque mañana es posible que llueva.
Hace dos o tres años me hice con este disco, una edición portuguesa que se envió a las radios para promoción. Y sinceramente son de esos que no sabes que te vas a encontrar dentro. En su momento, hablo de 1984, tuvo buenas críticas y llegó a entrar en listas alcanzando el top 20 tanto en Reino Unido como en EEUU. La verdad es que es un peligro, artísticamente hablando, cuando creces a la sombra de alguien que ha llegado alto en su carrera, si además hablamos de John Lennon, el listón es exageradamente alto. Por supuesto esto es extrapolable al resto de los "hijos de". Y aunque demuestren tener talento se les mirará con lupa, y tal demostración habrán de hacerla de manera continua, con la carga que eso supone.
Siempre he tenido cierta simpatía por este chico. En muchas fotos en las que aparecía veía un niño triste, serio, como si la sombra de su padre más que protectora fuese como una losa que pesase sobre él. Lo más probable es que sea una impresión mía, no sé si errónea, pero me hacía verle con otros ojos.
Volviendo al disco. En una primera escucha no me dijo demasiado y se quedó durmiendo en la estantería de manera indefinida. Ahora he vuelto a desempolvarlo y, bueno, le he encontrado otra gracia. Es verdad que algunas veces se le oye ochentero pero hay varias canciones que aguantan bastante bien el paso del tiempo.
Una de las cosas que llamó la atención en su momento fue su habilidad como letrista, interesantes temas y bien acabados, medios tiempos y casi todas las canciones son suyas. Por supuesto, las otras cuestiones por las que destacó fueron el parecido físico con su padre y un tono de voz bastante similar. Por momentos parece que estás escuchando a su progenitor.
En fín, Too late for goodbyes con un ritmo un tanto ska fue su primer sencillo en listas. No está mal pero no es de mis favoritas y tiene ese cierto sabor ochentero del que hablaba que hace que algunas canciones no envejezcan todo lo bien que podrían. Sin embargo Valotte, su segundo sencillo si me gusta más y On the phone y Say you're wrong también están bastante bien. Visto esto creo que es suficiente para que nuestro amigo y su disco sean rescatados y traidos a la actualidad. El disco fue producido por Phil Ramone quien también trabajó con uno de los grandes protectores de Julian en su infancia, Paul McCartney, quién como ya sabes inspiró al exbeatle Hey Jude.
Más tarde, Julian Lennon, en su disco de 1988 Photograph Smile realizó una canción bastante pegadiza acompañada por un vídeo en el que hacía un homenaje en toda regla a su papá y sus amiguitos de la juventud. Por cierto, hace poco tiempo editó un libro en el que muestra la memorabilia Beatle que ha ido recogiendo a lo largo de los años.
Del resto de su discografía no conozco nada y no sé si me pierdo algo. Si alguien sabe algo al respecto que lo diga o que calle, si quiere.

domingo, 16 de junio de 2013

Jethro Tull


Cuando era niño estos chicos sonaron bastante en mi casa durante algún tiempo, hablamos de finales de los setenta y primeros ochenta. La verdad es que es un grupo que inicialmente no me disgustaba aunque tampoco les prestaba una especial atención. Mas tarde, cuando empecé a verlos en distintas apariciones en televisión mi perspectiva fue otra y, además, me hacían mucha gracia, supongo que como a todos. He de reconocer que en directo ganaban mucho musicalmente, eran espléndidos músicos, y además visualmente no te dejaban indiferentes, desarrollando un espectáculo musicoteatral interesante.Ya de primeras tenías a un señor que tocaba la flauta en un grupo de rock, aspecto sorprendente. Además lo hacía con un estilo muy característico que al parecer se llama flutter-tonguing (se admiten comentarios al respecto) y que domina toda la obra del grupo dotándole de un sello característico. Y no podemos olvidar su figura inconfundible sobre el escenario con la pierna levantada. Al parecer, según leí en una entrevista, todo vino porque no se pueden dar notas altas con la armónica al tiempo que los pantalones que lleves puestos te queden muy ajustados, el dolor te lleva a adoptar semejantes posturas.

Este es el angelito en cuestión
Al margen de estas cosas, nuestro hombre tiene un mérito enorme porque aprendió a tocar la flauta el solito, sí, muchos músicos también aprendieron de esa forma, pero el instrumento en cuestión no es precisamente fácil. Además no solo tocaba éste sino también otros de viento como el saxo y la gaita, amén de guitarras varias y el violín. Una joya vamos.
Por el grupo han pasado ciento y la madre en diferentes puestos llegando a ser hasta seis miembros. Originales ya solo quedan, que yo sepa, Ian Anderson, fundador, vocalista, "flautista loco" e instrumentos varios y el guitarrista Martin Barre, y casi todo el repertorio del grupo recae en Anderson. En su estilo tenemos una fusión muy propia que les hace distinto a todo cuanto se pueda encontrar en el mundo del rock. Parten del progresivo al que aunan melodías folk, y toques de blues y jazz.
En fin, tengo recuerdos de mis hermanos, sobre todo del peque Javier (aunque este fue mas tardío), escuchando desde Aqualung y su Locomotive Breath al Thick as a brick y por supuesto Living in the past. Pero no sé porqué ninguno de estos discos se me quedaron tan grabados como sí lo hizo una de sus llamadas obras menores aunque tuvo bastante éxito tanto en Gran Bretaña como en los Estados Unidos: Heavy horses. Y tanto fue así que pasado el tiempo y cuando empecé a tener algo de dinerito me lo compré pero ya en cd. Obviamente la canción que da título al disco es impresionante pero hay otras, como Acres Wild, Rover y por supuesto ...And The Mouse Police Never Sleeps.
Bueno, voy a escuchar el disco otra vez que no me cansa.

domingo, 2 de junio de 2013

Orquesta Mondragón

Llevaba tiempo con una entrada de este grupo a la mitad, reescribiéndola y volviendo a dejarla de lado y, como se suele decir, la actualidad me los ha traído al presente y me he decidido a rematar la cuestión. La Orquesta Mondragón son de esos grupos que o te gustan o los odias. No valen medias. Y la verdad es que la personalidad de su líder Javier Gurruchaga puede llegar a ser cargante pero debemos reconocer el valor de una banda que, en un momento muy difícil, rompió con todo y supo ofrecer un espectáculo distinto a todo cuanto se había hecho y se estaba haciendo a finales de los setenta. Junto al gran showman que era Javier se encontraban, amén de un grupo bastante amplio de músicos, otros miembros como el gran guitarrista Jaime Stinus y Popotxo Ayestarán, ayudando este último a Gurruchaga en la labor cómica. Fueron innovadores, transgresores, cantaban letras provocadoras, mezclaban en escena rock con cabaret o vodevil, con un humor surrealista y, en definitiva, se reían de todo. Todo servía para sacarle punta. Si partimos de la base de que su nombre hace referencia a un psiquiátrico situado en esa localidad vasca ya vamos indicando hacia donde se encaminaban.
Yo los conocí a través de su primer disco, Muñeca hinchable, que mi hermano Iñaki trajo a casa, y aluciné en colores con su Pasen y vean, amén de otras. Todas muy irreverentes pero muy frescas.
Y me gustaron bastante hasta poco después de mediados de los ochenta, a partir de ahí la cosa es más de lo mismo, los miembros empiezan a entrar y salir, el grupo pasa a ser exclusivamente el propio Gurruchaga y ya no es igual. Aún así no quito el mérito a los éxitos que tuvieron después.
En 1982 se lanzaron al mundo del cine haciendo una película con poco éxito (o casi ninguno), Bésame Tonta, pero cuya banda sonora me gustó mucho por su variedad de estilos, su gracia y algún que otro tema bastante pegadizo. Además de la homónima, hay otros temas como La primera vez, y su éxito Garras humanas, este último que puedes ver está grabado en el gran Musical Express de Ángel Casas. Este lp lo compré en un mercadillo hace tres o cuatro años al precio de dos euros, lo cual a ojos de alguno no sé si es irrisorio o excesivo.
Pero como decía al principio la actualidad me los ha hecho recordar. Es un hecho reconocido la admiración de Javier Gurruchaga por John Lennon en particular y por los Beatles en general, ya lo ha demostrado en muchas ocasiones. Y el último disco que ha grabado nuestro amigo es precisamente un homenaje a los de Liverpool en el que cuenta con la ayuda de unos cuantos amigos conocidos. El resultado es abierto, como siempre. Para gusto los colores. Aquí puedes ver la presentación del disco en Madrid, Lady Madonna. Una vuelta de tuerca más a la siempre vendible música de los Beatles.