Estando ya cerca una de las fechas religiosas más destacadas del año me ha dado por pensar sobre cierta música que tuvo bastante repercusión en los setenta.
Uno de las aspectos que supuestamente caracterizó a dicha década, y que se había ido fraguando a finales de la anterior, fue la búsqueda de una espiritualidad o misticismo. Porque si no ¿cómo es posible encontrar tanta musiquita de índole religioso en un período de tiempo tan concreto?
Pero ¿qué pasó en dicho decenio para que a mucha gente le diese por buscar "otra cosa"? Hagamos una pequeña valoración.
Los sesenta habían sido realmente espléndidos. Habían supuesto una revolución difícilmente superable en muchos campos. Y también en el terreno espiritual, como es el descubrimiento de las creencias orientales. Así mismo muchos jóvenes creyeron que se podía cambiar el mundo; conseguir la abolición del racismo, la liberación de la mujer y su equiparación con el hombre, la contracultura y el movimiento hippie; y que todo ello unido a la entrada en la edad de acuario traerían cambios de relevancia a nivel mundial... (fumar o no fumar, esa es la cuestión). Pero la década terminó, nada cambió y sin embargo muchos problemas se agravaron. Líderes del pacifismo fueron asesinados, como Luther King; países que se rebelaron contra la opresión son aplastados como Checoslovaquia y su primavera de Praga, media América Latina a tortas, la guerra de Vietnam, el Mayo francés, la tragedia de Biafra, tensión entre URSS y China, el de aquí que está para irse pero se resiste...
Así que dejamos una década con todo lo que pudo haber sido y no fue (aunque hubo mucho y bueno), y entramos en la siguiente con cierto aire de resignación, melancolía, negatividad...
Quizás motivado por todo esto y/o por cuestiones más personales, nos encontramos con personajes famosos que aún tratarían de cambiar metalidades, a los que no les importa mostrar sus creencias místicas o filosóficas como centro para conseguir que la gente vea más allá del mundo material que habitamos. Sin duda uno de los más conocidos fue George Harrison, quien a través (sobre todo) de uno de sus grandes éxitos demostró que se podía hablar de Dios, sea cual sea la religión, usando la música pop para abrir los ojos a la gente. Y luego lo continuó en otros discos.
Ya un poco antes su amigo Billy Preston había intentado lo mismo a través de su disco That's the way God planned it; aunque en este caso, Preston había crecido escuchando y cantando espirituales, lo cual supongo que hace mucho.
Pero no son los únicos. También tenemos a Norman Greenbaum que publica el tema Spirit in The Sky, igualmente de corte cristiano, y que llegaría al éxito en medio mundo.
Y es curioso que estas canciones fueron grandes éxitos, lo cual sería como decir que a la gente de la calle le gustaban y que estaban abiertas a cosas más profundas.
Todo esto se produce entre 1969 y 1970. Pero hay más. Aparece un disco conceptual de opera-rock, Jesucristo Superstar, basado en los últimos días de Jesús y que luego se llevaría al teatro y el cine. El éxito es arrollador, y hasta en España se llevó a los escenarios con Camilo Sesto como prota, y traducido al español.
En 1971, y de manera similar a la anterior pero basada en el evangelio de San Mateo, se estrena en el teatro la obra Godspell. En 1973 llega al cine y al año siguiente se adapta al español debutando en el Marquina.
En 1972 Elvis Presley saca un disco de gospel, el segundo de su carrera. Como no podía ser de otra forma de nuevo arrasa en ventas. ¿Sería por él o por la temática?
Terminando la década el gran Bob Dylan ve la Luz y no va a ser menos que todos los anteriores. Sacó una serie de discos de índole cristiano en un intento de demostrarnos y adoctrinarnos en su nueva fe; el primero de ellos, Slow Train Coming, en 1979. De algo de ese disco ya hablé en otra entrada.
Para terminar, y ya que había mencionado a George Harrison al principio y que fue él quién financió esta última película que voy a citar, traigo a colación una broma, una inmensa broma: La vida de Brian, de 1979. Aunque, en este caso, no creo que sus autores necesitasen mucha ayuda en la inspiración que les llevó a rodar semejante película pero como el tema es el que es he decidido incluirlo. Y aunque sea una gansada no deja de tener su moraleja:
"En la vida hay algunas cosas malas
Que pueden traerte de cabeza
Otras solamente te hacen jurar y perjurar.
Cuando estés royendo el hueso de la vida
No te quejes, da un silbido
Y eso ayudará a que las cosas cambien a mejor...
Y... mira siempre el lado bueno de la vida...
Mira siempre el lado bueno de la vida..."
Resumiendo. En los setenta hubo mucho descubrimiento o redescubrimiento de esa "otra cosa" pero creo que no sirvió para mucho, o a muchos. Porque al final todo quedó en algo comercial, muy bonito y con buen sabor de boca. Pasajero. Y ya está. Y todo pese a ser un momento realmente duro a nivel mundial. El porqué no trascendió a más, pese a tanto empuje, es algo que no me explico. Será que realmente necesitamos algo más de ayuda para tratar de cambiar las cosas porque, la verdad sea dicha, a día de hoy seguimos igual.
No hay comentarios:
Publicar un comentario