Supongo que editar un cuento en plena guerra incivil debió ser muy complicado para la editorial Quintana y Conde radicada en San Sebastián. Tan difícil como que este ejemplar terminara cayendo en manos de mi padre que se encontraba a cientos de kilómetros de esa ciudad con todo lo que, desgraciadamente, estaba pasando en España. Esto nos demuestra que, pese a todo, el mundo siempre sigue girando y que, pese a la ausencia de materias primas que implicó esa guerra (como todas las guerras), una empresa siguió adelante con su trabajo y consiguió editar en 1938 (supongo que entre otros) el título que hoy nos ocupa: Infancia de pepinillo y garbancito.
La verdad es que no he podido encontrar mucho acerca de esta publicación. Además, desgraciadamente, el volumen que se encuentra en mi poder está falto de la portada y contraportada.
Pese a todo si que sabemos que el guionista es Miquelarena y el ilustrador Aroztegui, y que estaba editado en un tamaño de 27x20. Escaso pero es lo que hay.
Un ejemplo más de las publicaciones infantiles de los años treinta.
Agradecimientos a Tebeosfera.com
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