Creo que no hace falta presentar a este grupito de amigos pero por si a alguno le falla la memoria hablo de cinco "muchachos" que por gusto se reunieron para formar un conjunto musical: Roy Orbison, Bob Dylan, George Harrison, Tom Petty y Jeff Lyne. Entre los cinco suman una buena parte de la historia de la música pop.
La cuestión era que estos chicos se lo pasaban tan bien cuando estaban juntos tocando que decidieron grabar un disco y, mira tú por donde, consiguieron que tuviera éxito llegando bastante arriba en las listas.
Al parecer todo surge en la grabación del disco que en ese momento estaba preparando Tom Petty y en el cual colaboraban algunos de los integrantes de los futuros Willburys. Además, por hacer una gracia, cada uno adoptó un nombre distinto y todos se apellidaron Willburys.
Desarrollaron un estilo muy americano y en esta canción en particular destaca su ritmo de tren o boogie-woogie, un estilo como ya digo totalmente americano, y guitarras slide a lo largo de todo el disco. La participación de todos tanto en las composiciones como en las interpretaciones instrumentales y vocales se produce casi de forma igualitaria.
Este tema de hoy está encuadrado en su primer lp The Travelling Wilburys y pasó a ser la cara A de su segundo sencillo. Aunque lo que yo traigo no es un single al uso sino la versión extendida que se publicó en formato de doce pulgadas. Lo curioso es que este disco lo compré en el mercadillo al increíble precio de dos euros. Es verdad que tiene algún ligero roce en su carátula y una pegatina pero está bastante bien en conjunto. Lo que se me quedó grabado es que cuando le dije al vendedor que me llevaba ese disco lo miró varias veces por delante y por detrás. Creo que se dio cuenta de lo que me llevaba y que el precio que él mismo había marcado era un tanto ridículo. C'est la vie, mon ami.
Lo triste de este vídeo es la ausencia física de Roy Orbison fallecido poco tiempo antes pero al que sus camaradas rinden tributo con su foto presente y una mecedora en la que reposa su guitarra.
Venga, súbete al tren y disfruta: End of the line
Dylan, en realidad, tampoco está ahí, ¿no? Parece que está sobrepuesto. En cualquier caso, da vértigo tanta historia junta.
ResponderEliminarYo compré este disco en cuanto salió. Se deja escuchar bien. Muy "americano" como tú dices. La idea del sobrenombre fue de "Idea man", como le llamaban estos amigos (así lo cuenta Tom Petty) a George.
ResponderEliminarA decir verdad, el volumen III (es un guiño humorístico, ya que solo hicieron dos) es bastante más flojo. Alguno lo achacará a la ausencia del gran Roy, pero la verdad es que la frescura se quedó en el primer disco. En mi opinión.
Swann, ¿qué te hace pensar que Dylan no está? Yo creo que sí.
ResponderEliminarPor otro lado, ¿no os recuerda la secuencia de la grabación en un vagón de tren a otra muy anterior? ¿Tendrá cierta influencia?