Acababa de terminar el curso y el verano estaba encima con todas sus consecuencias. Hacía mucho calor, o al menos a mí me parecía más que el año anterior. Por las tardes eran inevitables las siestas, aunque yo siempre había sido reacio a ello, porque me parecían una pérdida de tiempo. Hoy no puedo evitar de vez en cuando echar una cabezadita, supongo que son cosas de la edad. El caso es que las tardes podían ser largas si no las ocupabas en algo interesante. Obviamente muchos de estos huecos eran rellenados por gran cantidad de lectura y, mira por donde, vino a caer en mis manos un libro, mejor dicho un ladrillo (por el grosor) de un señor que tenía un nombre de pila más largo que los de la nobleza: John Ronald Reuel Tolkien y El Señor de los Anillos. Para quien ya me conoce sabe de mi querencia por la literatura de ficción, fantástica y de aventuras. Y así sucedió que, como si atraído por el anillo único fuese, me embebí en él tal cual "mi tesoro", sin poder parar de leer, inmerso en la Tierra Media y acompañando a Frodo Bolsón de Bolsón Cerrado en su viaje. Sin embargo para mí la odisea duró escasamente una semana. Sí, fue tal la cautivación que me produjo que las hojas del libro y las horas del día iban pasando sin poder apartarme de él. Y me lo leí en solo una semana. Menos mal que era verano.
El libro para muchos no deja de ser una mezcla de personajes medievales, mitológicos y cuentos épicos. Pero hay más. No solo estamos hablando de encontrarnos ante una lectura amena y ágil, sino también ante una relato complejo pero bien ligado, sin errores en la construcción de la narración, cosa fácil de suceder dada su intrincada historia. Una novela con diversas líneas que se entrecruzan, siendo todas de relevancia en el destino final de la obra. Algo realmente complicado pero bien ejecutado. La historia es bien conocida, y más desde que se llevó al cine, así que no voy a hablar de ella. Ya sabes, la típica lucha entre el bien y el mal. Pero ¡qué lucha!
Guardo con especial cariño, un librito en formato de fotonovela basado en la primera película que se realizó sobre la obra en cuestión. Un film de finales de los setenta que aúna dibujos y escenas reales que aunque deja algo que desear tiene su gracia. Así, cuando dijeron de hacer una película sobre la misma en el año 2000 y dirigida por Peter Jackson (al que temía más que a un nublado) tenía mis dudas. Era complicado volcar el mundo de Tolkien a la pantalla. Todo tan épico, tan espectacular, tan fantástico... tan largo. Pero creo que ha merecido la pena. Y espero que haya servido para que los jóvenes se acerquen a la literatura de Tolkien, y que lean que es lo importante. Aunque sea una simple lucha entre el bien y el mal.
Para finalizar me gustaría recordar un par de anécdotas respecto a esta obra. La primera vez que se intentó llevar la historia al cine recayó en manos del gran Stanley Kubrick, quien intentó que fuesen los cuatro Beatles los que adoptasen los papeles principales, a saber, Paul y Ringo como Frodo y Sam, George como Gandalf y John de Gollum ¿Quién haría de Sauron?¿Jagger, Bowie, Chiquito de la Calzada...? Y la segunda se refiere al rodaje de la película por Peter Jackson ¿con qué nombres llamaba el equipo de rodaje a las cuatro cámaras principales con las que se grabó El señor de los Anillos?
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