Hablábamos el otro día unos amigos en petit comité del nivel que tenía la música en general, y sobre todo del papel de la mujer en dicho entorno. Concretamente salía a relucir la imagen que algunas artistas hacen llegar al público y que desgraciadamente nublan el talento que tengan o pudieran llegar a tener. Hablamos de Rihanna, Jennifer López, Miley Cyrus... Y hay más. Parece que las actuales divas de la música solo saben incurrir en la morbosidad, en enseñar cacho y lanzar a los oyentes una música totalmente intrascendente, comercial y totalmente perecedera.
Pero si nos paramos a hacer memoria nos daremos cuenta que esto no es nuevo dentro de la música y, sobre todo, dentro de la música de baile creada para llenar pistas. Como digo, hagamos memoria. Retrocedamos en el tiempo hasta principios de los setenta. Una de las variedades que surgirá del soul es la música disco y durante esa década va a arrasar. En esa música con alma pero sin tanto gospel, destinada realmente a dar más gusto al cuerpo y a las ganas de vivir aparecerán artistas que pondrán a sus composiciones no solo baile, sino también romanticismo, seducción e incluso una sexualidad latente. Lo que podríamos llamar sexysoul o sexydisc. Sensualidad en toda su extensión.
La reina por excelencia de todo aquel maremagnum hedonista fue Donna Summer. Con su primer éxito de ritmo machacón ya se intuía por donde iría el asunto: I Feel Love. Pero el tema que realmente abrió la veda fue Love To Love You Baby . Una canción con un riff pegadizo, una voz susurrante y por momentos jadeante que podemos etiquetar como erótica total. Curiosamente cuando se editó en E.E.U.U. se hizo con una duración de diecisiete minutos, perfecto para las pistas de baile, y para algo más si se terciaba. En su siguiente disco seguía incluyendo referencias sexuales explícitas como se puede escuchar en Bad Girls, sobre la prostitución, y Hot Stuff, en donde dice cosas como "Quiero compartir mi amor con un amante de sangre caliente, quiero traer a mi casa un hombre salvaje". En fín, que nuestra amiga con el cambio de década abandonó ese estilo disco sexy que tanto éxito le había dado inclinándose más por el pop.
Carol Douglas tuvo también bastante éxito a lo largo de los setenta y parte de los ochenta, sobre todo en E.E.U.U. y Reino Unido. El gran momento de Douglas llegó con Doctor's Orders, una plegaria telefónica de la insurrecta que le pide al maromo que vuelva, que la muchacha tiene unas necesidades y que ya está bien. No sabemos si el chico la hizo caso o no.
Otra de las chicas que aportaron su granito de arena a la música sexysoul fue Anita Ward y su Ring My Bell. En su canción había versos como "Recostémonos y relajémonos mientras pongo a un lado los platos de la mesa. Luego tú y yo podemos hacer sonar la campana". Pero al margen de este tema y algún disco más posteriormente no volvió a tener mucho más éxito por lo que supongo que nadie le volvió a tocar la campanita. Cosas que pasan.
Pero no toda la música sexydisco estaba dominada por mujeres. Entre todas ellas apareció un hombre de gran envergadura y "garganta profunda". Un señor que en muchas de sus canciones y en todo cuanto tocaba aparecía la palabra amor: Love Unlimited, un trío musical femenino fundado por él; la Love Unlimited Orchestra, su propia orquesta; y por supuesto sus canciones, como uno de sus grandes éxitos Love's Theme. Uno de las grandes características de Barry White era su facilidad para parecer que cantaba, o casi susurraba, al oído del oyente, dotando a su música de una gran sensualidad. De hecho se llegó a llamar a su estilo el soul de alcoba. He aquí un ejemplo de los muchos que dejó: Never Never Gonna Give You Up.
Igualmente que no todo es femenino en la música disco, no todo es negro. Alejándose un poco de todo esto que estamos hablando pero con una fusión entre disco y rock apareció Rod Stewart con el disco Blondes have more fun que incluía el tema Da Ya Think I'm Sexy?. La connotación sexual no deja lugar a dudas. Y como el tema tampoco daba para mucho más el rubio se fue por otros derroteros en la siguiente década.
Finalizado este pequeño recorrido por la música sexysoul o sexymusic de los setenta creo que debemos reconocer que una parte de ella es totalmente prescindible y que casi está, desgraciadamente, a la altura de lo que se hace ahora por parte de ese grupo de petardas tan radiadas en radiofórmulas. Pero otra gran parte destaca por su buena elaboración, por ser un producto interesante y las debemos etiquetar como buenas canciones que han conseguido perdurar en el tiempo. Y es este detalle, la perdurabilidad, el que nos demuestra si una canción es buena o no. Quizás con el paso de los años y cuando echemos la vista atrás a la década que vivimos ahora es posible que veamos su música de manera distinta a como lo hacemos hoy. O seguramente no.
En cuanto al papel de la mujer dentro del mundo del espectáculo espero que cambie. Afortunadamente hay muchas artistas jóvenes con mucho talento y sería insultante para ellas meterlas en el mismo saco. Afortunadamente hay más a parte de querer ser la más sexy o la más provocadora, y entiendo que muchas de ellas querrán ser respetadas como artistas. Ahora, si a ellas eso no les importa.
Refrescante entrada, Fer. Muy veraniega, muy retro, muy picante... Me encanta. (Lo único, si eso, ya me explicarás lo de los 17 minutos. Una tarde quedamos en una boite, nos pedimos unos peppermint con hielo y me cuentas).
ResponderEliminar¡Ja ja ja! Acepto su invitación. Mientras tanto le pongo en antecedentes aunque ya sabe usted perfectamente de lo que hablamos: música sexy, los cuerpos sudorosos, la temperatura que sube... y la noche que nos confunde.
EliminarMira, hace un par de días escuche en la radio a alguna cantautora que ahora no recuerdo, la siguiente proclama, y cito textualmente, "las cantantes mujeres actuales parece que rivalizan a ver quien es más puta". Era una forma "por la vía rápida" de poner de relieve la reflexión a la que aludes. Yo creo que está relacionado con la naturaleza del mercado. Es sexista y se nota.
ResponderEliminarYo no quería decirlo tan directamente pero has dado de pleno en el clavo. Y es triste que unas se dejen vender tan barato, a otros no les importe vender morbo y el resto encantados de comprarlo.
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